Máster Universitario en Dirección de Empresas

Universidad Pública de Navarra

Simuladores

Tras la toma de contacto y la decisión de prueba, esta semana se toma en el MUDE la primera decisión con el simulador empresarial.

Tanto Globstrat como otros simuladores con los que he impartido docencia como Markstrat, Quantum o Marketplace tienen, más allá de sus características diferenciadoras, algo en común: suponen un reto muy distinto para el aprendizaje de los estudiantes, ya que introduce un factor muy importante en la vida real difícil de incorporar en el aula en otros contextos: el tratamiento del riego y la incertidumbre.

La vida académica no está exenta de riesgo. Un estudiante puede preparar bien un examen y no obtener todo el resultado esperado. Un mal día o una pregunta imprevista pueden estropear una calificación. Aún con todo, en general, en las materias tradicionales, la relación entre horas de estudio invertidas y resultados es bastante directa. Además, la introducción de los sistemas de evaluación continua "a lo Bolonia" ha disminuido todavía más el impacto de estos factores imprevistos.


¿Qué diferencia a un simulador de una materia tradicional?

En los simuladores empresariales el escenario es bastante distinto y se aproxima mucho más a la toma de decisiones empresariales en un contexto real:


  • En primer lugar, en una asignatura tradicional casi siempre hay "respuestas correctas", en un simulador no. El éxito o fracaso de una estrategia depende del contexto competitivo. Una estrategia ganadora en una situación puede generar grandes pérdidas dependiendo de las acciones de los otros equipos. El comportamiento competitivo es una variable sobre la que hay incertidumbre.
  • En segundo lugar, en un simulador hay otros factores de riesgo como el crecimiento de los mercados o el atractivo de los productos para los consumidores. Sin embargo, normalmente en estos casos se dispone de medidas más precisas, estudios de mercado por ejemplo, para poder hacer previsiones en distintos escenarios.

Estrategias destinadas al fracaso

A muchos estudiantes les resulta difícil cambiar la forma de pensar para adaptarse a este nuevo esquema y caen en alguna de estas dos actitudes que prácticamente garantizan el fracaso en este contexto:

  1. Parálisis: "Si no podemos llegar a una decisión óptima, no podemos tomar una decisión". Estos equipos debaten durante horas cuál debería ser la decisión tomada para acabar enviando simplemente la que tenían en el momento en el que se cumplió el plazo.
  2. Tirar los dados: "Si no sabemos cuál es la decisión óptima, da igual que decisión tomemos". Estos equipos se rinden ante la incertidumbre y toman decisiones apresuradas y sin reflexión.

Estrategias de éxito

  1. Reducción de incertidumbre: Es posible transformar la incertidumbre en riesgo. Analiza toda la información disponible para tratar de inferir las probabilidades de las distintas acciones por parte de los competidores.
  2. Tratamiento del riesgo. Nunca trabajes con un solo escenario. Practica el análisis de sensibilidad. Baraja al menos tres escenarios: un escenario "normal" o más probable, un escenario "optimista" y un escenario "pesimista". Calcula qué resultados obtendrías en cada caso y evalúa el riesgo que estás dispuesto a asumir.
  3. Planifica a largo, decide a corto. Las decisiones tácticas deben estar guiadas por una estrategia común para toda la simulación.Toma decisiones para cada periodo teniendo en cuenta el impacto que tendrán en los periodos futuros.

¡Suerte!



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